Después de la derrota de Ishiki Otsutsuki a manos de Kawaki y sus aliados, y tras la detención de la transformación de Boruto en un Ōtsutsuki gracias a Kawaki y Sasuke, una nueva amenaza emerge en Boruto: Naruto Next Generations. 

El siguiente movimiento de Code es dirigirse a una instalación secreta del culto de Boro, donde encuentra a una mujer llamada Eida "Ada". Esta mujer, previamente modificada por Amado, posee habilidades únicas, incluida la capacidad de ver eventos en todo el mundo como si fueran cámaras de seguridad, aunque solo puede acceder al presente y al pasado hasta su propio nacimiento. Su poder también le permite robar los corazones de las personas, generando un enamoramiento irresistible hacia ella.

Code libera a Eida y busca su ayuda debido a sus habilidades. Eida, sin embargo, demuestra su poder al incapacitar a Code con facilidad. A pesar de su dominio, Eida no tiene intenciones de luchar y revela su deseo de ir al baño primero para lavarse los dientes, mostrando su personalidad y carácter únicos.

Eida explica sus habilidades a Code, quien busca obtener información sobre cómo anular el limitador de poder que Amado le impuso en el pasado. Sin embargo, solo Amado puede retirar este limitador. Además, Eida también detesta a Amado por modificar su cuerpo y darle sus habilidades, lo que la hace incapaz de distinguir entre un amor genuino y el efecto de su poder. Dos excepciones a su habilidad de robar corazones son los parientes de sangre y los miembros del clan Otsutsuki, pero no queda allí por alguna razón Sumire y Sarada no se ven afectadas.

Kawaki y Boruto al ser Otsutsukis no se ven afectados. Code y Eida forman una alianza para lograr sus objetivos, lo que marca un giro interesante en la trama y presenta nuevos desafíos para los personajes en Boruto: Naruto Next Generations.